Estas estupenda…
¡y lo sabes!
Y si no, ya va siendo hora de que te enteres.
De que te quites de la cabeza esa idea de que solo puedes sentirte guapa, atractiva y sexy a los 30.
De que cumplir años es el acabose. Una especie de enfermedad crónica e inevitable que condicionará tu vida.
De que ya no tienes edad para hacer ciertas cosas, vestir determinadas prendas, o vivir nuevas experiencias.
Cumplir 40, 50 o 60 no es el fin del mundo… o no debería.
Es cierto que tu cuerpo, tu mente, tu vida han cambiado.
Y eso te hace sentir insegura, frustrada, perdida.
Lo que ves no te entusiasma. Añoras el pasado.
Pues convéncete…
Lloriquear y lamentarte no va a arreglar nada.
Compadecerte de ti misma no es la solución.
¡Resignarte, menos!
No te queda otra que asumir todos esos cambios… y los que vendrán, con naturalidad y dignidad sobretodo.
Así que venga… tienes 5, 10, 20 minutos a lo sumo para lamerte las heridas.
Una lloradita, literal o emocional, nunca viene mal, relaja mucho y…
¡A la carga!
Porque en ningún lugar está escrito que tengas que renunciar a nada.
Y solo tú tienes el poder, la capacidad y la fuerza para cambiar tu vida.
Para decidir cómo VIVIR
¿O vas resignarte a sobrevivir?
¿A conformarte con una vida como la de tu madre o tu abuela a tu edad?
Eso de que con la edad se gana en sabiduría, experiencia y serenidad está muy bien pero…
¡Qué puñetas!
Todavía tienes sueños, ilusiones, inquietudes.
Ganas de disfrutar, de pasártelo bien, de conocer gente nueva, de hacer locuras.
Te sientes joven, vital, llena de vida…
¿O no es así?
Pues créeme…
No son tus años los culpables de tus miedo, inseguridades y frustraciones.
Tu aspecto tiene mucho que ver con todo ello.
Mirarte al espejo y gustarte no es el elixir de la eterna juventud… pero ayuda mucho.
Influye en tus sentimientos, en tu estado de ánimo y en tu humor.Y por supuesto en cómo te relacionas con los demás.
Así que olvídate ya del paraiso perdido y dedícate a sacar el mayor partido a todo lo tienes. Es mucho más de lo que te imaginas.
Sé que dar el primer paso no es fácil.
Quieres salir de esa espiral en la que te encuentras pero no sabes cómo ni por dónde empezar… y te horroriza meter más la pata.
Todo sería mucho más sencillo si alguien te echara una mano, te indicara paso paso el camino a seguir, te acompañará en todo este proceso.
Sabes que en cuanto logres sentirte a gusto con tu aspecto, orgullosa de tu imagen, aumentará tu autoestima, tu seguridad y la confianza en ti misma.
Con el apoyo adecuado conseguirás
Vivir la vida que deseas vivir
Si por fin tienes claro que este es tu momento
.
Si quieres seguir cumpliendo años, ganando en experiencia, sabiduría y serenidad, viéndote guapa, atractiva, seductora… ¡y disfrutan como nunca!
Apúntate a mi sesión de valoración gratuita y hablaremos sobre tu imagen actual.
De los objetivos que tienes y de los obstáculos que impiden verte como te gustaría.
Cada minuto que tardas es un minuto perdido.
¿Todavía te lo tienes que pensar?
Un abrazo,
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¡Gracias! Necesitaba leer algo así.
Me alegro Gabriela que mi post te sirva de alguna ayuda. Ojala te sirva para tomar conciencia de que la edad no es obstáculo para disfrutar de la vida que quieres y a la que sin duda tienes derecho.
Un abrazo,
Totalmente de acuerdo en que hay que vivir la vida y saber adaptarnos al paso del tiempo con cabeza.
Nunca vi la serie, pero el libro de Sexo en Nueva York no me gustó nada! 😉
Hoy en día la cosa ha cambiado mucho comparándonos con nuestras madres y abuelas a nuestra edad. Gracias a Dios podemos vivir los 40, 50… Como antes los 30 y 40!
En muchos aspecto efectivamente nuestros 50 no son los de nuestras madres, pero a pesar de ello seguimos estando cautivas de muchos estereotipos, prejuicios y presiones que hacen que no vivamos como nos gustaría y nos merecemos. Y que nos sintamos culpables o paguemos un precio demasiado alto cuando nos atrevemos a hacerlo.
Un abrazo y a disfrutar de los pequeños éxitos de cada día.
Tienes toda la razón Maqui, muchísimas gracias.
Un abrazo
Nunca vamos a ser más jóvenes que hoy y es todo tan efímero que no tenemos tiempo de no ser felices y disfrutar así que… ¡a la carga!